jueves, 20 de diciembre de 2012

Reacciones


Las reacciones adversas pueden ser de tres tipos: locales, sistémicas y alérgicas que son las más graves e infrecuentes.
  • Locales: dolor y enrojecimiento en el lugar de la inyección. Son las más frecuentes y leves. Pueden ocurrir hasta en el 50% de las personas vacunadas, siendo más frecuentes en las vacunas inactivadas, principalmente las que contienen adyuvantes como la DTPa. Ocurren a las pocas horas y generalmente son auto limitadas.
  • Sistémicas: fiebre, malestar, mialgias, dolor de cabeza, pérdida del apetito y otras. Se asocia con mayor frecuencia a las vacunas atenuadas.
  • Alérgicas: producidas por el propio antígeno de la vacuna o por algún componente de la misma (conservantes, estabilizantes, etc.) Son muy infrecuentes.

Como Funcionan


Las vacunas tienen una serie de fases para así poder combatir las enfermedades. 
 
Primero: En esta etapa se administra la vacuna de forma líquida (por la boca) o utilizando una inyección. La mayoría de la vacunas contiene un germen que causa la enfermedad muerto o debilitado.
Luego: Aquí el cuerpo desarrolla anticuerpos para luchar contra los gérmenes de la vacuna.
Después: En este momento los anticuerpos luchan practicando con los gérmenes débiles, de manera que si en algún momento los gérmenes verdaderos y fuertes que pueden estar asechando al niño lo atacan; estos sabrán en ese momento como destruirlos evitando que el niño se enferme.
Finalmente: Los anticuerpos protectores permanecerán en guardia en el cuerpo de cada niño para protegerlo de los verdaderos gérmenes de la enfermedad. Según los estudios los niños recién nacidos son inmunes por que las madres le han trasmitido anticuerpos, pero esto dura alrededor de un año por lo que se le deben administrar las vacunas.

Clasificación


Las vacunas se clasifican en dos grandes grupos:

Vacunas vivas o atenuadas:

Se producen por la modificación del agente infeccioso “salvaje” en el laboratorio para hacerlo capaz de reproducirse en el ser humano, generando inmunidad, pero sin tener capacidad para producir la enfermedad (Ej: vacuna frente al sarampión).

Vacunas muertas o inactivadas:

Compuestas por bacterias o virus inactivados o fracciones de los mismos (polisacáridos, proteínas, toxoides, subunidades, etc.). En ocasiones los polisacáridos se conjugan con proteínas para incrementar la inmunidad (vacuna conjugada frente a haemophilus influenzae tipo b o la vacuna conjugada frente al meningococo C)

Tipos de Vacunas


Las vacunas también pueden contener organismos inactivos o productos purificados provenientes de aquellos primeros. Hay cuatro tipos tradicionales de vacunas:

Inactivadas:

Microorganismos dañinos que han sido tratados con productos químicos o calor y han perdido su peligro. Este tipo de vacunas activa el sistema inmune pero es incapaz de reproducirse en el huésped. La inmunidad generada de esta forma es de menor intensidad y suele durar menos tiempo, por lo que este tipo de vacuna suele requerir más dosis. Dado que la respuesta inmune lograda es menor, se utilizan en estas vacunas unas sustancias denominadas adyuvantes. Estas sustancias están compuestas por aluminio y sirven a la vacuna a aumentar la respuesta inmunitaria del organismo. Los compuestos de aluminio deben inyectarse por vía intramuscular profunda ya que pueden producir irritación, inflamación y lesión de tejidos. Ejemplos de este tipo son: la gripe, cólera, peste bubónica y la hepatitis A.

Vivas atenuadas:

Microorganismos que han sido cultivados expresamente bajo condiciones en las cuales pierden sus propiedades nocivas. Suelen provocar una respuesta inmunológica más duradera, y son las más usuales en los adultos. Esto se debe a que el microorganismo no se encuentra inactivado y conserva su estructura. Por eso, en muchas ocasiones puede provocar la enfermedad en personas inmunodeprimidas. Por ejemplo: la fiebre amarilla, sarampión o rubéola (también llamada sarampión alemán) y paperas.

Toxoides:

Son componentes tóxicos inactivados procedentes de microorganismos, en casos donde esos componentes son los que de verdad provocan la enfermedad, en lugar del propio microorganismo. Estos componentes se podrían inactivar con formaldehido, por ejemplo. En este grupo se pueden encontrar el tétanos y la difteria.

Subunitarias:

Introduce un componente subcelular purificado de un microorganismo (por ejemplo, una proteína) dentro del sistema inmunitario, para crear una respuesta inmunitaria. Un ejemplo característico es la vacuna subunitaria contra la hepatitis B, que está compuesta solamente por la superficie del virus (superficie formada por proteínas).