Vacunas en General
viernes, 11 de enero de 2013
jueves, 20 de diciembre de 2012
Reacciones
Las
reacciones adversas pueden ser de tres tipos: locales, sistémicas y
alérgicas que son las más graves e infrecuentes.
- Locales: dolor y enrojecimiento en el lugar de la inyección. Son las más frecuentes y leves. Pueden ocurrir hasta en el 50% de las personas vacunadas, siendo más frecuentes en las vacunas inactivadas, principalmente las que contienen adyuvantes como la DTPa. Ocurren a las pocas horas y generalmente son auto limitadas.
- Alérgicas: producidas por el propio antígeno de la vacuna o por algún componente de la misma (conservantes, estabilizantes, etc.) Son muy infrecuentes.
Como Funcionan
Las
vacunas tienen una serie de fases para así poder combatir las
enfermedades.
Primero:
En esta
etapa se administra la vacuna de forma líquida (por la boca) o
utilizando una inyección. La mayoría de la vacunas contiene un
germen que causa la enfermedad muerto o debilitado.
Luego:
Aquí el
cuerpo desarrolla anticuerpos para luchar contra los gérmenes de la
vacuna.
Después:
En este
momento los anticuerpos luchan practicando con los gérmenes débiles,
de manera que si en algún momento los gérmenes verdaderos y fuertes
que pueden estar asechando al niño lo atacan; estos sabrán en ese
momento como destruirlos evitando que el niño se enferme.
Finalmente:
Los anticuerpos protectores permanecerán en guardia en el cuerpo de
cada niño para protegerlo de los verdaderos gérmenes de la
enfermedad. Según los estudios los niños recién nacidos son
inmunes por que las madres le han trasmitido anticuerpos, pero esto
dura alrededor de un año por lo que se le deben administrar las
vacunas.
Clasificación
Las
vacunas se clasifican en dos grandes grupos:
Vacunas vivas o atenuadas:
Se producen por la
modificación del agente infeccioso “salvaje” en el laboratorio
para hacerlo capaz de reproducirse en el ser humano, generando
inmunidad, pero sin tener capacidad para producir la enfermedad (Ej:
vacuna frente al sarampión).
Vacunas muertas o inactivadas:
Compuestas por
bacterias o virus inactivados o fracciones de los mismos
(polisacáridos, proteínas, toxoides, subunidades, etc.). En
ocasiones los polisacáridos se conjugan con proteínas para
incrementar la inmunidad (vacuna conjugada frente a haemophilus
influenzae tipo b o la vacuna conjugada frente al meningococo C)
Tipos de Vacunas
Las
vacunas también pueden contener organismos inactivos o productos
purificados provenientes de aquellos primeros. Hay cuatro tipos
tradicionales de vacunas:
Inactivadas:
Microorganismos
dañinos que han sido tratados con productos químicos o calor y han
perdido su peligro. Este tipo de vacunas activa el sistema inmune
pero es incapaz de reproducirse en el huésped. La inmunidad generada
de esta forma es de menor intensidad y suele durar menos tiempo, por
lo que este tipo de vacuna suele requerir más dosis. Dado que la
respuesta inmune lograda es menor, se utilizan en estas vacunas unas
sustancias denominadas adyuvantes. Estas sustancias están compuestas
por aluminio y sirven a la vacuna a aumentar la respuesta inmunitaria
del organismo. Los compuestos de aluminio deben inyectarse por vía
intramuscular profunda ya que pueden producir irritación,
inflamación y lesión de tejidos. Ejemplos de este tipo son: la
gripe,
cólera,
peste
bubónica
y la hepatitis
A.
Vivas atenuadas:
Microorganismos
que han sido cultivados expresamente bajo condiciones en las cuales
pierden sus propiedades nocivas. Suelen provocar una respuesta
inmunológica más duradera, y son las más usuales en los adultos.
Esto se debe a que el microorganismo no se encuentra inactivado y
conserva su estructura. Por eso, en muchas ocasiones puede provocar
la enfermedad en personas inmunodeprimidas. Por ejemplo: la fiebre
amarilla,
sarampión
o rubéola
(también llamada sarampión alemán) y paperas.
Toxoides:
Son
componentes tóxicos inactivados procedentes de microorganismos, en
casos donde esos componentes son los que de verdad provocan la
enfermedad, en lugar del propio microorganismo. Estos componentes se
podrían inactivar con formaldehido, por ejemplo. En este grupo se
pueden encontrar el tétanos
y la difteria.
Subunitarias:
Introduce
un componente subcelular purificado de un microorganismo (por
ejemplo, una proteína) dentro del sistema inmunitario, para crear
una respuesta inmunitaria. Un ejemplo característico es la vacuna
subunitaria contra la hepatitis B,
que está compuesta solamente por la superficie del virus (superficie
formada por proteínas).
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